1.12.14

Perdón

Nunca pensé que terminaría repitiendolo tanto en una relación, nunca pensé que lo necesitaría más que por alguna u otra vez en la que fallara. Y es justamente por eso, nunca pensé fallar tanto. No imaginé que tantas pequeñas cosas pudieran hacer ruido en tu cabeza, que ser despistada me iba a salir caro, que los malentendidos pasaran a tomar un lugar mayor del que les daba, ni que aún teniendo las mejores intenciones te pudiera lastimar. Pero pasó, y pasa. Te pido perdón casi todo el tiempo. Ya hasta suena molesto, a una especie de excusa, lo sé. A mi más que a nadie me molesta pedir perdón por cosas que en mi criterio pasarían por alto. Pero acá no es mi criterio el que importa, al menos no cuando siento que de alguna forma te lastimo.
Si te pido disculpas es por lo que causo, sea intencional o no. Porque hay cosas que escapan de mi y no puedo hacer más que sinceramente pedirte perdón. Porque no quiero hacerte mal, me hace mal a mi hacerlo. Te pido disculpas porque es una forma de dejar el orgullo de lado y amarte, porque es mi manera de intentar darte paz. Creo que es así como te tengo que amar.

Sólo quiero hacerte bien.
A veces no me sale.
Espero me sepas disculpar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario