21.9.10

Y si se nota, que me importa.

Le puse un poco de imaginación, no fue un milagro con perdón de Dios; Jamás sentí esa fuerza en mí. Sin vanidad sin ego ni ambición, te digo mas no sé si con valor, pero coraje y esperanza sí. En tu mirar curé mi fiebre y fue de repente, los naufragios me he tragado y las heridas ya no duelen.
No fue la suerte quien me lo enseñó, me até a la fuerza que vivía en mí con siete llaves de imaginación. Ganó mi ansia y mi esperanza, venció a mi mente desatada y así escapé de aquellas garras. Y al fuego eché miles de cartas y de palabras, tesoros que no valen comparados con tu alma.
Sin que se note, te miro y es sin que se note. La mentira que hubo en mí que era intensa desaparece, sólo muere. Y los miedos se disfrazan y se esconden para no ver el sol, se asustan hoy.
Y la verdad que había en mí es tan intensa, ya no le teme a lo que quiere. Se ha deshecho del disfraz con el que oculta su mirada, se ha entregado a la ilusión de pelear por lo que ama. Corazones que se buscan en aquellas madrugadas son corazones, son montañas, que no se esconden, que se hablan.


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